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Responsabilidad: mía, tuya, ¿nuestra?

En el siguiente informativo podrás encontrar algunas de las principales consecuencias que puede enfrentar un adolescente durante un embarazo a temprana edad.

El embarazo a edades tempranas es un problema con consecuencias graves para las madres y los padres adolescentes y para sus hijas e hijos. Estas consecuencias se relacionan con cuestiones de salud, educación, empleo, vulnerabilidad social, pobreza y derechos humanos.

La maternidad y la paternidad durante la adolescencia es por lo regular, una situación “que llega” sin que se hubiera planteado deliberadamente como un propósito. Dado que estas situaciones se ven como algo muy remoto, no se toman las medidas para evitarlas.

Preocupa la frecuencia creciente de esta situación al mismo tiempo que en casi la mitad de los casos el embarazo durante la adolescencia se reporta como un hecho no planeado o deseado como resultado de la falta de información o a prácticas inseguras, es indispensable considerar también la diversidad de condiciones y situaciones que experimentan las niñas, niños y adolescentes en el país.

Todo esto se complica aún más si el embarazo se presenta en menores de 14 años, en embarazos no planeados y en embarazos derivados de violencias sexuales. Los factores determinantes del embarazo en niñas y adolescentes menores de 15 años son complejos. Provienen de muchas causas, tienen muchas dimensiones y varían considerablemente entre regiones del país, familias y comunidades.

Como causas inmediatas del embarazo en menores de 15 años, están:

  • La violencia sexual,
  • El matrimonio infantil y uniones tempranas,
  • Un proyecto de vida dependiente,
  • El ejercicio no planeado de la sexualidad.

A su vez, existen otros factores subyacentes de orden familiar, cultural, educativo, legal y social que reflejan otras causas más profundas, de tipo estructural, que generan y alimentan la desigualdad social y de género, la vulneración de derechos, y el impedimento de acciones para enfrentar la situación.

Las consecuencias del embarazo en adolescentes se extienden en diferentes direcciones que afectan el desarrollo personal, familiar y social:

1. Salud: Constituye una problemática de salud en cuanto se encuentra asociado con un mayor nivel de mortalidad materna, complicaciones durante el parto, sobre todo para el grupo de edad de 10 a 14 años, y trae consecuencias para la salud de las hijas e hijos, como bajo peso al nacer y nacimientos prematuros.

2. Educación: El embarazo en la adolescencia se asocia con la interrupción o abandono de la educación formal, que conlleva la pérdida de oportunidades para el desarrollo de capacidades que permitan a las adolescentes acceder a una mejor calidad de vida. La baja escolaridad que alcanzan estas adolescentes y la dificultad para reinsertarse en el sistema escolar tienen un efecto negativo en la formación del capital humano y la capacidad de forjarse un mejor futuro.

3. Oportunidades laborales y de desarrollo: La maternidad y la paternidad tempranas limitan las oportunidades laborales de las mujeres y los hombres a trabajos limitados a pocas ocupaciones y casi siempre son empleos en condiciones precarias o de informalidad, generalmente con salarios bajos.

4. Exclusión: El embarazo en adolescentes genera, frecuentemente, el estigma social, así como la discriminación, la desaprobación y el rechazo familiar. Las mujeres, niñas o adolescentes, que viven una maternidad temprana, corren el riesgo de estar ante un futuro restringido a partir de este suceso. Esto ocurre, sobre todo, si no cuentan con las condiciones para que la maternidad no obstaculice sus oportunidades educativas y laborales.

5. Desarrollo humano: El trayecto reproductivo de las adolescentes en los sectores con menor escolaridad y probablemente en condiciones de mayor pobreza se inicia tempranamente y no solo reduce sus oportunidades en este período de la vida, sino que las mujeres que viven el embarazo en la adolescencia tienen mayor probabilidad de vivir un segundo embarazo antes de terminar esta etapa del ciclo vital.

6. Desempoderamiento y desigualdades de género: El embarazo temprano afecta el potencial de desarrollo, la autonomía, la participación y el ejercicio de ciudadanía de las adolescentes. Muchas madres menores de edad están unidas, por lo regular, en relaciones de sumisión, con lo que se acentúan las condiciones desfavorables a su crecimiento personal.

El embarazo en sí mismo no es un hecho negativo, al contrario, es un derecho reproductivo de toda persona que desee formar una familia. En realidad, son los riesgos para la salud de la adolescente, así como la menor cantidad de oportunidades educativas y laborales que este hecho puede significarle a ella, a su pareja y a su bebé, lo que nos hace plantear una vida sexual y reproductiva consciente y responsable.

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Fuente: https://www.unicef.org/honduras/temas/embarazo-en-la-adolescencia